Compañeros, les dejo un documento que escribio el compañero Daniel Amato.....
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Chile, Un retroceso para Latinoamérica y el fantasma de la derecha
Un retroceso para Latinoamérica que agita el fantasma del avance de la derecha en el continente. Una muestra que debemos consolidar un proyecto emancipador y no la tibieza de la "centroizquierda".
Definitivamente el Pueblo Chileno decidió que ese multimillonario dueño, entre otras cosas de Lan y varios miles de millones de Dólares, no era tan distinto a la "concertación". Ese mismo pueblo que hace 4 décadas elegía a Salvador Allende como Presidente, el domingo se volcó a la derecha. Del centro hacia la derecha, porque sería injusto opinar que la concertación es la izquierda. Si, ha sido un gobierno con algunos rasgos socialmente humanos, pero definitivamente en 20 años, no ha podido cerrar la brecha entre ricos y pobres, existente en Chile como en pocos países del mundo, ni dar respuesta a los grandes temas. Mucho menos retornar a una conciencia colectiva dinamitada por la batalla político-cultural librada por la derecha y encarnada por Pinochet. Esa flotación a dos aguas que tienen muchos otros gobiernos de nuestros países que no logran romper con los compromisos contraídos para llegar al gobierno, en algunos casos casi por la ventana, Sin poder popular y que luego se agotan en contradicciones propias, entre el discurso progresista y los compromisos inconfesables. Entre los gestos populares y los intereses propios y antipopulares.
Sin embargo, hay otro proceso latinoamericano encarnado por Chávez, Evo y Correa con el faro de Fidel, real, en donde la disputa por la distribución de la riqueza es en favor del Pueblo y no de los grupos concentrados; en donde se revisa lo fraudulento de nuestras deudas y no se las paga por adelantado y en donde la renacionalización y estatización de los bienes naturales es una realidad que da bienestar al pueblo y no un escándalo que da dividendos a mega empresas transnacionales. Este proceso si es nacional y popular. Este proceso si encaja en esa matriz de pensamiento latinoamericana (que tan bien Alcira nos ha enseñado) y aquí es donde tenemos trazada nuestra divisoria de aguas, no en esa línea que los intelectuales de Café La Paz y alrededores la trazan. No en la resignación de que este es el mejor gobierno que nos pudo dar la Democracia, que a la izquierda está la pared y luego el abismo. Ya vemos lo que pasa cuando la derecha, apenas maquillada, hace propio el discurso moderadamente progre y explota hábilmente las contradicciones.
Por estos días saldrán con toda la fuerza de la que disponen los eskribas que en sus rebuscadas elucubraciones puramente teóricas, encontrarán culpables a Pino y a Proyecto Sur hasta de la derrota en Chile, y si no logran inculparnos al menos harán gala de todo su conocimiento y manejo dialéctico para utilizar el ejemplo en detrimento de nuestra organización. Siempre buscando el culpable afuera y no en las propias torpezas y contradicciones y alertando del peligro de contradecir en lo más mínimo a la pareja presidencial y poner en riesgo la gobernabilidad y bajo la acusación de infames traidores a la Patria.
Porque los traidores somos nosotros y no el que paga anticipado al FMI. Traidores somos nosotros que denunciamos a la Sra. Presidente y a todo su lacayesco gabinete por Honrar y pagar sin chistar una deuda tan aberrante como ilegítima.
Pero en el camino van saltando los fusibles. En el camino descubrieron que Redrado era un trucho, el mismo trucho que hace cinco años nos quisieron contar que era un economista serio y responsable y que defendería nuestros intereses. También salto que la jueza Sarmiento es hija de uno de los represores más grandes de la Argentina. Ambos hasta la semana pasada eran ciudadanos y funcionarios honrados que cumplían a la perfección su función, sin despilfarrar decenas de miles de nuestros billetes en gastos triviales ni contaban con algún muerto en el placard. Si seguimos en esa línea de pensamiento: Cobos hace dos años era el mejor aliado, Solá era el mejor candidato para la Provincia de Buenos Aires y así podríamos seguir enumerando hasta el hartazgo. Estos fusibles son la consecuencia de las contradicciones entre el discurso y el accionar que este gobierno lleva adelante.
Por eso lo peligroso para el proceso Latinoamericano no es la denuncia de Proyecto Sur sino la falsedad dicotómica que los ilustradísimos nos quieren imponer para continuar haciendo y deshaciendo a su antojo. Lo peligroso y lo que hace el juego a la derecha es la indefinición, la improvisación, la disputa del poder por el poder mismo.
Proyecto Sur no es un Movimiento “Progresista” ni de “centroizquierda” que viene a conciliar desde los espacios comunes de la política, a cambiar algo para que nada cambie. Viene a constituirse en la herramienta política, social y cultural capaz de construir una alternativa al bipartidismo que este gobierno “nacional y popular” gatopardísticamente propone. Es un movimiento emancipador que viene a revolucionar las estructuras de poder en la Argentina. Es por ello que no debemos caer en la trampa en la que nos quieren encorsetar. Por lo tanto, compañer@s, no dejemos que detengan este proceso del que somos partícipes agitando fantasmas que ellos mismos alimentan.
